(Bruselas).- A partir de hoy se dejará de comercializar en Europa la vacuna contra la covid-19 que lleva por nombre Vaxzeria y que ha desarrollado el laboratorio AstraZeneca.

Se trata de una decisión de la Comisión Europea después de que la propia compañía farmacéutica solicitara su retirada del mercado, el 5 de marzo, debido a los efectos secundarios que puede provocar en los individuos. Tras valorar la petición, finalmente el organismo europeo ha dado luz verde a esta medida. 

Durante la pandemia, los investigadores observaron que la vacuna provocó en algunos casos trombosis en los pacientes, un efecto secundario muy poco común. Sin embargo, la multinacional explica el pedido de retirada de la vacuna a motivos muy diferentes.

“Dado que se han desarrollado múltiples vacunas actualizadas para variantes de covid-19, ahora hay un excedente de vacunas disponibles. Esto ha provocado una disminución en la demanda de Vaxzervria, que ya no se fabrica ni suministra”, concluyen en su carta abierta.

El laboratorio británico-sueco emitió un comunicado, el 5 de marzo, en el que anticipaba la decisión: “Ahora trabajaremos con los reguladores y nuestros socios para alinearnos en un camino claro a seguir para concluir este capítulo y nuestra contribución significativa a la pandemia de covid-19”, publicaron.

La semana pasada, la compañía farmacéutica admitió por primera vez que su vacuna contra el coronavirus podía provocar efectos secundarios poco comunes como la trombosis. Un efecto que ya se notificó en plena pandemia y que provocó su limitación durante el año 2021.

Desde las oficinas de AstraZeneca en España valoraron la situación: “Estamos orgullosos del papel que desempeñó Vaxzevria para poner fin a la pandemia mundial. Según estimaciones independientes, solo en el primer año de uso se salvaron más de 6,5 millones de vidas y se suministraron más de 3.000 millones de dosis en todo el mundo”.

Según las investigaciones, los efectos secundarios afectaron principalmente a menores de 60 años que sufrieron trombos raros. En abril de 2021, la Agencia Europea del Medicamento reconoció un “posible vínculo” entre la vacuna contra el nuevo virus pandémico con problemas trombóticos puntuales, relacionados directamente con la disminución de los niveles de plaquetas en sangre. Tras un periodo de 14 días se ordenó que este fármaco en el punto de mira se administrara solamente a los mayores de 60 años, sustituyendo las de refuerzo con Moderna y Pfizer.

Son unos cuantos, todavía, los procesos judiciales que la farmacéutica tiene pendientes con individuos que, en su momento, sufrieron cuadros de trombosis relacionados supuestamente con la inyección del fármaco. Aunque los efectos secundarios no fueron generalizados, AstraZeneca tiene cuentas pendientes.

En un documento presentado ante el Tribunal Superior durante el mes de febrero, la farmacéutica afirmó que su vacuna contra el coronavirus puede, “en casos muy raros, causar TTS (síndrome de trombosis con trombocitopenia)”.

Este síndrome provoca que las personas sufran coágulos de sangre y un recuento bajo de plaquetas en sangre.

“Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal. Además, el TTS también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna). La causalidad en cualquier caso individual será materia de prueba pericial”, detallaron ante el Tribunal Superior en el documento presentado.

Fuente: La Gaceta