(Madrid).- El 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Inmunología, fecha instaurada por la Federación Europea de las Sociedades Inmunológicas (EFIS) en el año 2005.

El objetivo es difundir y generar conciencia sobre la importancia y los beneficios de la investigación en inmunología, por su aporte en el campo de la salud, como así también a la sociedad. Esta conmemoración es una iniciativa puesta en marcha por la Unión Internacional de Sociedades Inmunológicas (IUIS) y busca remarcar la importancia que la inmunología tiene en la defensa del organismo frente a las infecciones, y en los procesos de autoinmunidad y/o cáncer.

La inmunología es una especialidad que transita desde la profilaxis, mediante la inmunización para hacer:

  • prevención de salud
  • diagnóstico de laboratorio
  • atención médica especializada

Además, constituye una herramienta fundamental en el desarrollo de investigaciones biomédicas de elevado nivel científico que profundizan en el conocimiento generando nuevos productos y tecnologías.

Los inmunomoduladores y la respuesta inmune

Los productos que estimulan o suprimen el sistema inmunológico se conocen como inmunomoduladores. Alteran el sistema inmunológico, lo que resulta en un cambio en la respuesta inmunológica.

Los inmunomoduladores actúan reduciendo la formación de anticuerpos que reaccionan a antígenos extraños y provocan respuestas inmunológicas. Los inmunomoduladores se dividen en dos categorías:

Los corticosteroides, la timosina y las inmunoglobulinas son ejemplos de inmunomoduladores. En las enfermedades infecciosas, el creciente problema de la resistencia a los agentes antibióticos y quimioterapéuticos, hace aún más patente el impacto benéfico que puede tener la modulación de la respuesta inmune en la resolución de la enfermedad.

Los alimentos funcionales saludables proporcionan ventajas para la salud además de la nutrición básica. Estos alimentos tienen sustancias o componentes particulares que se ha demostrado que benefician la salud, como vitaminas, minerales, antioxidantes, probióticos y químicos bioactivos.

El propósito fundamental de los alimentos funcionales para la salud es mejorar la salud general, prevenir enfermedades o abordar problemas de salud particulares. Estos productos pueden abordar una variedad de problemas de salud, como:

  • apoyo inmunológico
  • salud digestiva
  • función cardiovascular
  • bienestar cognitivo

Los alimentos funcionales para la salud, que frecuentemente están respaldados por estudios científicos, buscan maximizar la nutrición y al mismo tiempo contribuir a la salud y vitalidad general de un individuo.

De acuerdo con un informe de Exactitude Consultancy, se proyecta que el tamaño del mercado mundial de alimentos funcionales saludables crecerá de 330.06 mil millones de dólares en 2023 a 584.25 mil millones de dólares en 2030. Exhibiendo una tasa compuesta anual del 8.5% durante el período previsto.

Por último, los altos costos de fabricación de alimentos funcionales saludables son una barrera de mercado importante que afecta tanto la dinámica empresarial como las tendencias de adopción de los clientes. El uso de ingredientes especializados, que con frecuencia son esenciales para los beneficios para la salud que afirman estos alimentos, aumenta considerablemente los costos de producción.

Fuente: The Food Tech