(Madrid).- El abordaje a tumores digestivos está cerca de sufrir una revolución a gran escala gracias a dos áreas, la inmunoterapia y la medicina personalizada. En la edición del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrada en París, varios ensayos clínicos demuestran que, con la inmunoterapia adyuvante y un análisis molecular, es posible acortar plazos del tratamiento y generar menos toxicidad gracias a estas dos áreas de acción. 

Andrés Muñoz Martín, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón, afirma en Redacción Médica que “una vez tenemos el tumor localizado, debemos implementar biomarcadores desde el inicio y hacer un diagnóstico molecular. Se están generando datos importantes de supervivencia, pero en España existe un problema y es el acceso a estos fármacos terapias”.

En ESMO 2022 se ha demostrado que la inmunoterapia cobra un papel protagonista por lo que respecta al cáncer de colon, ya que, tal y como recuerda Muñoz, “se ha logrado un 67 por ciento de respuestas completas patológicas con dos dosis de esta terapia. En otras palabras, en dos de cada tres operaciones ya no hay tumor. Estos datos hacen pensar que debemos cambiar nuestro modelo estándar de tratamiento”.

Dos ensayos fase tres presentados en ESMO y que también han supuesto un vuelco en el modo de abordar el cáncer del tracto biliar y de hígado son el Topaz-1 e Himalaya. “En el cáncer avanzado del tracto biliar y en carcinoma hepatocelular irresecable, el uso de durvalumab ha logrado una supervivencia de pacientes del 30 por ciento. Hace unos años la supervivencia en carcinoma avanzado no llegaba al uno por ciento, por lo que la curva de supervivencia es más que ascendente”, destaca el oncólogo.

La innovación no llega a los pacientes en España

Pese a todos estos avances en ESMO que marcarán el curso de la Oncología en Europa, la ciencia se topa con una muralla regulatoria en España, provocando que muchos pacientes no tengan acceso a tratamientos aprobados. “Hay avances en la especialidad, pero no se pueden aplicar. El Ministerio de Sanidad no aprueba muchos tratamientos, y es un problema moral cuando te enfrentas a un paciente con pocas opciones terapéuticas, se incrementan las soluciones y el informe de posicionamiento terapéutico no lo aprueba. Uno de los argumentos expuestos es que existen alternativas, y por ejemplo frente al cáncer colorrectal se ofrece la quimioterapia, que tiene una tasa de respuesta del dos por ciento. No se están ciñendo a la realidad”, constata el especialista.

Los avances contra el cáncer en la Unión Europea están siendo más que notorios, aunque Muñoz teme que lleguen con años de retraso en nuestro país: “El próximo presidente de ESMO, Andrés Cervantes, afirmó que la mortalidad en cáncer se podría reducir un 30 por ciento al final de esta década. Es cierto, pero no será la situación que tendrá España, debido a que no hay acceso a la innovación”.

Muñoz relata que, además del problema que supone no aplicar estos tratamientos a la sanidad pública española, el acceso a estos fármacos es diferente dependiendo de la comunidad autónoma que el paciente resida: “En Cataluña, por ejemplo, hay un acceso homogéneo, mientras que en Madrid es heterogéneo, llegando al punto de que en distintos hospitales algunos tratamientos y en otros no. He tenido que mandar a pacientes a otros centros porque en la cartera de servicios del Gregorio Marañón no entraba un tratamiento. Todo ello genera una gran incertidumbre en España a la hora de lidiar con cáncer de páncreas, colon, etc”.

 

Pese a esta frustración mostrada por el oncólogo, Muñoz es optimista y valora enormemente todos los avances anunciados en ESMO frente a los tumores digestivos: “Los tratamientos con inmunoterapia ofrecen respuestas favorables y puede llegar a superar el abordaje clásico de quimioterapia y cirugía. Llegará un punto que la quimioterapia no será necesaria. Los tratamientos personalizados que se están realizando buscan la diana terapéutica en el paciente adecuado. Ahora, lo que hace falta es tener un acceso directo a ellos desde España”.

Fuente: Redacción Médica