(Madrid).- En el mundo hay más de 55 millones de personas con demencia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y un nuevo diagnóstico cada tres segundos, según la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA). En España, hay actualmente unas 800.000 personas afectadas.

De ellos, solo un 64% de las personas con alzhéimer en estadio grave y un 20% en estadios leves están diagnosticados, ya que la mayoría de las veces se consideran síntomas de envejecimiento.

La proteína TAU es un factor central de la enfermedad de Alzheimer. Esta proteína está implicada en los efectos tóxicos de las células cerebrales que luego provocan el deterioro de la función de la memoria, según señalaba una investigación de la Universidad de Flinders publicada en la revista 'Science Advances'. Supone un biomarcador de la evolución del alzhéimer, pero durante este tiempo no se conocía exactamente cuál podría ser la causa de esta manifestación de la proteína TAU.

En este sentido, un estudio dirigido por Víctor Montal, investigador del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau y Jorge Sepulcre, del Hospital General de Massachusetts y la Harvard Medical School, en Boston (Estados Unidos) ha descrito la asociación entre la acumulación de la proteína TAU en determinadas zonas del cerebro y la sobreexpresión de los genes APOE y SLC1A2 en las mismas áreas. El trabajo se ha publicado en la revista 'Science Translational Medicine'.

Al estudiar el patrón de propagación de TAU en el cerebro mediante técnicas de imagen PET, los investigadores observaron que existen gradientes específicos a lo largo de la red de propagación de TAU en el cerebro. En particular, identificamos 577 genes cuya expresión está asociada con la propagación espacial de TAU, explica Víctor Montal, primer firmante del artículo.

Lo que observamos es que en aquellas regiones en las que se comenzaba a acumular TAU inicialmente había dos genes que tenían mucha más expresión en comparación a las regiones en las que se acumulaba TAU de forma más tardía. Es decir, que el patrón de acúmulo de TAU se asemejaba con el patrón de la expresión de estos genes, comenta Montal. Estos genes son el APOE, que durante años se ha sabido que estaba muy relacionado con la acumulación de proteína beta-amiloide, y el SLC1A2.

El SLC1A2 es un transportador del glutamato. Es decir, coge el neurotransmisor glutamato de la hendidura sináptica y lo introduce en la neurona. Esto es muy interesante porque varios estudios han reportado que las neuronas excitatorias son más vulnerables a sufrir patología TAU. De este modo, lo que hemos corroborado es que este gen puede ser el responsable de esta mayor vulnerabilidad en este grupo neuronal, añade este investigador.

En este sentido, la hiperexitabilidad de las neuronas ha sido ya propuesta como una de las teorías que promueven la acumulación de la proteína beta-amiloide y de TAU. Nuestros resultados apoyan esta teoría, ya que aquellas neuronas donde hay más expresión de este gen reclutador glutamatérgico son las primeras en acumular TAU y en morir, en palabras de Montal.

Siguiendo estas hipótesis en las que APOE y SLC1A2 son responsable de promover la vulnerabilidad selectiva en algunas regiones cerebrales y poblaciones neuronales aspecíficas a acumulat TAU. Por tanto, los investigadores señalan que estos datos podrían ser de utilidad para buscar nuevas dianas terapéuticas contra el alzhéimer y que, además, ayuda a predecir las áreas del cerebro en las que se acumulará la proteína tauen fases muy iniciales.

Fuente: Con Salud