(Córdoba).- Córdoba comenzó a distribuir la primera partida de la vacuna Comirnaty bivariante, del laboratorio Pfizer-BioNTech. Esta formulación contiene uno de los sublinajes de la variante Ómicron, además de la cepa original de Wuhan con la que nació el Covid a fines de 2019.

¿Cuáles son las diferencias con las dosis que se venían aplicando en el país?

La experta en vacunas Daniela Hozbor asegura que tienen una mayor efectividad para prevenir casos graves y muertes. Sin embargo, aclara que todas contribuyen a reducir las complicaciones e internaciones por Covid-19. La investigadora principal de Conicet y profesora de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata plantea además los próximos desafíos en la campaña nacional de inmunización contra el Covid-19. Sostiene que habrá que discutir si se agrega esta vacuna al calendario oficial, los plazos para el refuerzo y la población objetivo.

Cómo funcionan las vacunas bivalentes?
Las vacunas bivalentes o bivariantes tienen la misma plataforma que la que hoy usan Pfizer y Moderna. Es una plataforma vacunal a ARN mensajero. La diferencia es que ese ARN mensajero tiene dos componentes. Uno corresponde al virus ancestral, que originó la pandemia, y otro contiene los sublinajes BA.4 y BA.5 de Ómicron.

Qué ensayos clínicos la avalan?
Por el desarrollo anterior que tuvieron las vacunas, las bivalentes pasaron por ensayos clínicos más acotados. Pero también tuvieron que demostrar que son seguras y la misma inmunogenicidad que las otras (capacidad para generar respuesta inmune). Por esos ensayos clínicos que se hicieron, fueron autorizadas para su uso por los entes reguladores como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Qué diferencias tienen con las monovalentes?
Como las bivalentes ya se están usando en varios países, ahora contamos con más información. Distintas publicaciones evaluaron cómo es la respuesta inmunológica en diversas poblaciones. Incluso estudiaron su funcionalidad para prevenir la enfermedad, que es uno de los datos más importantes en vacunas. Se analizaron los anticuerpos neutralizantes y otras respuestas particulares. También están apareciendo datos de efectividad en población general, en personas que no tienen ningún criterio de inclusión para un ensayo clínico. Ahí se observa que las bivalentes tienen mejores resultados para prevenir enfermedades graves y muertes causadas por estos sublinajes de Ómicron.

Entonces ¿qué hacemos con las monovalentes?
Diversos estudios analizaron la respuesta en personas que se la aplicaron como refuerzo. Los autores demostraron que tuvieron protección, en comparación con aquellas personas que no recibieron ningún tipo de refuerzo. También hacen la diferencia, quizás un poco menos que las bivalentes, pero siguen funcionando para evitar enfermedad severa y muerte.

Ahora que están pasando la prueba del tiempo, ¿qué están demostrando los estudios en población general con respecto a la seguridad de las vacunas?
Las vacunas son seguras. Uno se puede encontrar con algún reporte de que hay un determinado porcentaje de personas que sufrieron cardiopatías. Pero si se mira el riesgo contra el beneficio, el beneficio es más alto que el riesgo.

Cada cuánto se aplica el refuerzo y qué pasa si te enfermaste?
La consigna sigue siendo la misma, aunque vamos a tener que ver cómo evoluciona la epidemiología y el virus. La recomendación son cuatro meses de intervalo. Si está la bivalente en el vacunatorio te la aplicás. Y si no, se recomienda recibir la monovalente porque siempre es mejor estar vacunados. Si estás infectado, hay que esperar 90 días.

Se van a incluir estas vacunas dentro del calendario nacional?
Esa es una de las discusiones que debemos dar. Si la incluimos, cuál será la población objetivo y qué plataforma usaremos, porque ahora se vienen las nasales. Son vacunas que se aplican por la vía de las mucosas, que es por donde el virus ingresa. A eso se apuesta porque son más efectivas para prevenir la infección. Tocan la inmunidad de entrada del virus. Hay que pensar también en prevenir las consecuencias del Covid-19 a largo plazo.

Cree que hay que discutir qué intervalo usar entre refuerzos?
Probablemente, podamos también discutir eso, qué esquema usaremos a futuro. No está bueno tocar tantas veces al sistema inmunológico porque en algún momento el organismo deja de responder. Estamos muy enfocados en medir los anticuerpos neutralizantes, pero tenemos que aprender más de la inmunidad celular y la de memoria, que es más amplia. Entonces cada cuánto aplicamos el refuerzo es una pregunta que también está en agenda. Y eso también es un desafío.

Habrá que actualizar las vacunas todos los años, como pasa con la antigripal?
Los componentes de las antigripales cambian todos los años en función de las cepas que circulan en el Hemisferio Norte. En términos de eso, las dosis que protegen contra el Covid-19 están un pasito más atrás. Cuesta mucho desarrollarlas y predecir lo que vendrá. En ese sentido, las bivalentes responden mejor contra algunos sublinajes de Ómicron. Pero, de nuevo, siempre es mejor tener cualquier vacuna contra el Sars-Cov-2 que no tenerlas.

Fuente: La Voz