Madrid).- Las enfermedades infecciosas que son altamente prevalentes a nivel mundial y, por lo tanto, las que causan una mayor mortalidad son, según afirman los especialistas, la tuberculosis, el VIH y la malaria. Debido a esto la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha Red Internacional de Vigilancia de Patógenos (IPSN, por sus siglas en inglés), una red mundial para ayudar a proteger a la población de las amenazas de enfermedades infecciosas mediante el análisis de la genómica de patógenos.

En concreto, esta herramienta, proporcionará una plataforma para conectar países y regiones, mejorar los sistemas de recogida y análisis de muestras, utilizar estos datos para impulsar la toma de decisiones en materia de salud pública y compartir esa información de forma más amplia.

"El objetivo de esta nueva red es ambicioso, pero también puede desempeñar un papel vital en la seguridad sanitaria: dar a todos los países acceso a la secuenciación y el análisis genómico de patógenos como parte de su sistema de salud pública. Como se nos demostró tan claramente durante la pandemia de COVID-19, el mundo es más fuerte cuando se mantiene unido para luchar contra las amenazas sanitarias compartidas", ha resaltado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Esta plataforma se encarga de analizar el código genético de virus, bacterias y otros organismos causantes de enfermedades para comprender su grado de infecciosidad, mortalidad y propagación. Con esta información, se puede identificar y rastrear enfermedades para prevenir y responder a brotes como parte de un sistema más amplio de vigilancia de enfermedades, así como para desarrollar tratamientos y vacunas.

La IPSN, cuya Secretaría está alojada en el Centro de Inteligencia sobre Pandemias y Epidemias de la OMS, reúne a expertos de todo el mundo sobre genómica y análisis de datos, procedentes de gobiernos, fundaciones filantrópicas, organizaciones multilaterales, la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado.

La OMS advierte de que, a pesar del reciente aumento de la capacidad genómica en los países como consecuencia de la pandemia de COVID-19, "muchos carecen aún de sistemas eficaces para recoger y analizar muestras o utilizar esos datos para impulsar la toma de decisiones en materia de salud pública".

"No hay suficiente intercambio de datos, prácticas e innovaciones para construir una sólida arquitectura de vigilancia sanitaria mundial. Los presupuestos que se dispararon durante la pandemia, permitiendo una rápida creación de capacidades, se están recortando ahora, incluso en los países más ricos", ha lamentado el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas.

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