(Buenos Aires).- Aproximadamente la mitad de la vida de una mujer transcurre en su etapa reproductiva. La necesidad de una anticoncepción efectiva, segura y reversible ha crecido sustancialmente durante las últimas décadas. Es por eso que los anticonceptivos orales han revolucionado la planificación familiar y el rol de la mujer en la sociedad moderna.

Desde su introducción en 1960 fue considerado un evento significativo en la historia de la humanidad y el comienzo de una nueva era en el control de la fertilidad. En el transcurso de tan solo 7 años, ya era utilizada por más de 12,5 millones de mujeres en el mundo para evitar embarazos no planificados y poder participar en la planificación familiar.

Los anticonceptivos hormonales más conocidos son aquellos que combinan estrógenos y progestinas (imitan la acción de la progesterona natural) y son hoy en día los más utilizados. Sin embargo, hay un grupo de mujeres fértiles en las que la toma de estrógenos puede estar contraindicada, por diferentes razones.

Afortunadamente, cada vez hay más opciones en el mercado de las píldoras anticonceptivas únicamente de progestinas. En Argentina ya encontramos disponibles algunas alternativas que pueden ser prescriptas en mujeres con alguna patología de riesgo como   hipertensión, obesidad, en fumadoras, o también para madres durante su período de lactancia.

Las píldoras sin estrógeno se llaman minipíldoras o, en inglés POP (progestin only pill) y solo contienen progestinas, desarrolladas para inhibir o detener la ovulación. Además, alteran la capa interna del útero o matriz (endometrio), y modifican el moco cervical para evitar el ascenso de los espermatozoides.

  • En qué casos se puede consultar al médico por este anticonceptivo sin estrógenos:
  • Si está amamantando: para mujeres durante la lactancia, los estrógenos pueden interferir con la producción de leche materna . Se recomienda que la madre espere hasta la quinta semana después del parto para comenzar a usarlo, cuando la lactancia esté bien establecida. Las recomendaciones de la OMS (2015) sugieren que las píldoras libres de estrógeno (ALE) que contienen solo progestágenos pueden ser utilizadas con seguridad durante la lactancia, ya que no modifican ni la cantidad ni la calidad de la leche materna. Con una ingesta diaria promedio de 800 mL de leche materna, la cantidad de drospirenona que llega a un recién nacido sería de 3 mcg, o el 0.02% de la dosis materna, una cantidad insignificante y segura para el recién nacido.
  • Si padece determinados problemas de salud como antecedentes (propios o familiares) de coágulos sanguíneos (trombosis) en las piernas o en los pulmones o hipertensión, no está recomendada la toma de estrógenos.
  • Si los efectos secundarios de la píldora con estrógeno son preocupantes: Cada cuerpo es diferente y hay mujeres que padecen más los efectos secundarios de las píldoras anticonceptivas, incluso luego de varios años de toma ininterrumpida.
  • Si tiene obesidad: los cambios hepáticos en las mujeres con mucho sobrepeso pueden afectar la absorción, distribución y eliminación de fármacos, y por lo tanto alterarla eficacia de la píldora. Muchos estudios demuestran que la obesidad puede disminuir la eficacia de los anticonceptivos hormonales, y aumentarlos embarazos no planificados en la población de mujeres obesas. Con las nuevas POP, no se registró una disminución de la eficacia anticonceptiva.
  • Si es fumadora: las mujeres que fuman y usan la píldora anticonceptiva combinada de estrógenos y progestina, tienen un riesgo 20 veces mayor de desarrollar una enfermedad vascular coronaria.

Fuente: Feedback